NUEVA YORK.- Los líderes mundiales mantuvieron ayer reuniones bilaterales y multilaterales para ultimar detalles de cara a la apertura de la 67ª Asamblea General de la ONU, que comenzará hoy centrada en las crisis en diversos países de Oriente Medio y los conflictos económicos y políticos internacionales. Varios jefes de Estado y de Gobierno llegaron a Nueva York anticipadamente para discutir las situaciones más delicadas.

La agenda estará dominada por la cuestión nuclear iraní, la situación en Siria y la oleada de violencia en el mundo árabe contra un filme islamófobo. El debate será abierto por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y luego intervendrá el estadounidense, Barack Obama.

De los contactos iniciales, el más relevante fue el mantenido entre el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien le advirtió sobre las "consecuencias potencialmente dañinas de la retórica incendiaria" para la región, y lo urgió a adoptar las medidas necesarias para ganar la confianza internacional y demostrar la naturaleza exclusivamente pacífica de su programa nuclear. Occidente e Israel siguen sospechando que hay un plan secreto para tener armas atómicas. Francia, Reino Unido y Alemania pidieron que la Unión Europea adopte nuevas sanciones contra Teherán.

El drama sirio ocupará un lugar destacado en los discursos en la Asamblea, pero también será el núcleo de reuniones en el Consejo de Seguridad de la ONU, en las cuales se evaluará también la evolución de la Primavera Árabe. El mediador internacional para Siria, Lakhdar Brahimi, informó ayer que la situación es "peor" de lo que pensaba porque "hay un estancamiento", con altos niveles de violencia y tortura sistematizada. También habrá audiencias con opositores al presidente Bashar al Assad. "Extrañamente, todo el mundo pensará y hablará sobre Siria, pero no se prevé ninguna decisión, ningún gran progreso", comentó un diplomático, quien pidió anonimato. En ello incidirá que Rusia y China (aliados de Siria y con poder de veto en el Consejo) sólo estarán representados a nivel ministerial.

Libia y Afganistán son otros dos países cuya inestabilidad preocupa; la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, tiene agendados encuentros por separado con el presidente paquistaní, Asif Alí Zardari; su par libio, Mohamed Magariaf (cuyo Gobierno encaró una fuerte campaña para desarmar a las milicias que no le responden) y el afgano, Hamid Karzai.

La oleada de violencia en países islámicos contra imágenes blasfemas del profeta Mahoma (tanto una película filmada en Estados Unidos como caricaturas publicadas en una revista satírica francesa). Los países de la Organización de la Cooperación Islámica discutirán, a su vez, las consecuencias del video infamante. Su secretario general, Ekmeleddin Ihsanoglu, propuso que "se destaque que es responsabilidad moral de todos no insultar a otro en sus valores más sagrados", y llamó a "romper el círculo vicioso de la provocación y de la reacción violenta".

Por el lado de América Latina, el presidente paraguayo, Federico Franco, le manifestó a Ban su intensión de iniciar un diálogo político antes de las elecciones generales en su país, convocadas para abril de 2013. Su par colombiano, Juan Manuel Santos, destacará en su intervención de mañana el proceso de paz que su Gobierno comenzará con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. (AFP-DPA)